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El portal web Empresando entrevistó a un grupo de diseñadores mexicanos que han creado un emprendimiento que bien vale la pena replicar en donde sea posible.

En México existen 7 millones de artesanos que viven en pobreza. Someone Somewhere surge con la idea de diseñar productos modernos de consumo diario, producirlos con estos artesanos de comunidades indígenas y venderlos en el mercado local e internacionalmente.

Tres de los fundadores: José Antonio Nuño (Toño), Enrique Rodríguez (Quique) y Fátima Álvarez.

Cuatro amigos de secundaria que hacían su voluntariado en comunidades indígenas, al iniciar la universidad buscaron hacer algo que tuviera mayor impacto social, para convertirlo en su trabajo. Su meta era combinar artesanía y moda, así que hace 4 años decidieron trabajar con Petra, Cristina, Rosa, Juliana y Silvina, artesanas de la comunidad de Naupan en Puebla. En honor a la flor típica de la comunidad decidieron nombrar a la marca en ese tiempo: “Flor de Mayo”.

El deseo de hacer crecer su proyecto los llevó a entrar a buscar ayuda en una incubadora, donde se dieron cuenta que el mercado al que estaban dirigiendo su producto no era el correcto y que el precio al que se vendían al público estaba muy alto. En lugar de darse por vencidos decidieron buscar alternativas, cambiaron su línea de productos, escogieron artículos que ellos realmente usaran y encontraron el mercado adecuado.

José Antonio Nuño: “Fue toda una evolución ya que nosotros queríamos entrar a más comunidades y vender a más países, así que encontramos el mercado correcto y nos dimos cuenta que era más divertido y consciente de las causas sociales”. El querer incursionar en más países los llevó a cambiar el nombre de “Flor de Mayo” a «Someone, Somewhere«. En sus etiquetas viene especificado en la parte de Someone el nombre de la artesana y en Somewhere en dónde se hizo el producto. Someone, Somewhere son productos hechos por artesanos.

Uno de los retos más grandes a los que Kike, Fátima, José Miguel y Nuño se enfrentaron fue encontrar la forma de trabajar con las comunidades para que ellos también se vieran beneficiados y sólo encontraron la respuesta viviendo con ellos. “Por ejemplo, en una comunidad construimos un taller y después nos dimos cuenta que a las artesanas no les funcionaba porque no podían dejar a sus hijos solos, lo que les sirve a ellas es trabajar desde sus casas”, comentó a Empresando.

Evaluaron lo que necesita un artesano para salir de la línea de pobreza en conjunto con el tiempo que les toma cada técnica y así trabajan mediante comercio justo con ellos. Los artesanos al
trabajar con Someone, Somewhere incrementan sus ingresos y no sólo eso, también les dan cursos de finanzas personales, diseño y de emprendimiento. Durante 3 años trabajaron con una sola comunidad, pero su evolución y mejor conocimiento de su marca les permitió incrementar a 6 comunidades en los estados más pobres de México.

Actualmente estos jóvenes emprendedores comentaron a Empresando que tienen una nueva meta: incrementar el número de comunidades con las que trabajan y así poder apoyar a un mayor número de personas. Por este motivo están buscando apoyo de la comunidad nacional e internacional mediante la fondeadora KickStarter, donde dependiendo de la aportación económica que hagas podrás recibir productos a cambio.

Para José Antonio Nuño lo que más lo mueve de ser un joven emprendedor es “Ver que tu trabajo impacta a la gente, ver crecer a tu marca y levantarte con ganas de trabajar, no por obligación. Él
recomienda a Empresando: «lánzate, habla con personas que ya hayan recorrido este camino y no pares de insistir”.

Más info: https://www.facebook.com/SomeoneSomewhere.mx Apoyar el proyecto en KickStarter:

https://www.kickstarter.com/…/1236287679/someone-somewhere-0