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Las sillas de espagueti, cintas plásticas o zuncho, están en todo el litoral del caribe desde México hasta Brasil. De autores anónimos y diseños ancestrales, se hacen en infinidades de pequeños pueblos, con materias primas abundantes localmente: Yute, PVC, zuncho (en las zonas bananeras) y cable de PVC.

Prácticamente todas las terrazas de las casas costeñas, cuentan con la tradicional silla o mecedora acompañando la hamaca.

Son productos casi indestructibles, a partir de la habilidad milenaria del tejido y estructura en varilla de construcción. Tan sencillas de reparar, que es muy común verlas remendadas en diversos colores. En México, la célebre silla Acapulco, también absolutamente popular, en los mismos materiales, se convirtió en un ícono de ese país y hoy está presente en escenarios mucho más refinados que los originales.

Europeos, como la firma italiana Marli, llevaron sillas similares a la feria de Milán , elaboradas en la región de Santander en Colombia, y más recientemente la diseñadora Patricia Urquiola, lanzó en Europa un diseño claramente inspirado en estas.

Este reconocimiento a algo que parecía paisaje en su infancia, llevo a un joven administrador: Rafael Zuñiga, desde su natal Santa Marta, a darle un nuevo aire a estas sillas tradicionales, con sutiles pero grandiosas modificaciones en cuanto a materiales, colores y técnicas. Especialmente destacable por la innovadora idea de llevar a la silla el tejido presente en sombreros y mochilas de la misma región, con lo cual le ha dado una resignificación a estas sillas, llevándolas a un nuevo nivel. En el camino se fue encontrando con iconografías y gamas de color representativas de la cultura caribeña especialmente de la zona de Pescaito, la cual se ve reflejada en los diseños que ofrece hoy la marca.

Silla Tucurinca con tejido

Rafael tiene su propio taller, pero a diferencia de los tradicionales artesanos informales, se preocupa por innovar en los materiales y las técnicas. Explora, por ejemplo el tubo de cobre en lugar del tradicional de acero, y usa material de tejido con mezclas de colores y tejidos inéditos sobre las estructuras tradicionales. Resultado: sus sillas hoy están presentes en trabajos de diseño de interior de reconocidos profesionales y hacen parte de la seleccion: “Diseño Colombia” de Artesanías de Colombia por lo que ya se consiguen en la capital Bogotá DC.

Valorizar el diseño popular y las técnicas ancestrales, dándoles de paso trabajo digno a metalmecánicos y tejedores en una zona que lo necesita merece reconocimiento, así sea en forma de esta sencilla nota: Los invitamos a visitar su site.

http://www.tucurinca.com.co/