Para acoger el festival de poesía «Luna de Locos» celebrado en el barrio San Isidro de Pereira, Colombia, el estudio local Ruta 4 arquitectura ha trabajado con la comunidad local para dar forma a Escenarios Transitorios.

El primero de estos ”Escenarios Transitorios” es una «Yurta», una estructura plegable usada originalmente por los nómadas mongoles como solución a la vivienda itinerante; pero según comenta Ruta 4 arquitectura: ”Desde el principio advertimos que este era un territorio diferente, así que la yurta no sería una vivienda y jamás rosaría el suelo, estaría levitando como un escenario para artistas, bailarines, músicos o todo aquel lo suficientemente obstinado en mirar la vida a través de los ojos de un poeta.”

El segundo lugar es una enorme casa en el centro de Pereira con paredes tapizadas de historias y armas convertidas en guitarras, hogar de decenas de niños y niñas con un pasado difícil. «Aquí la cabeza de un niño puede ser un mundo sin limitaciones y un taller de arquitectura para ellos podría ser la forma de acceder al universo de improbabilidades que la vida nos ha ido censurando, el escenario resulto siendo contra todo pronóstico un universo, un cosmos utópico de dragones y lo tendríamos que construir usando únicamente lo que nos encontráramos en los rincones de la casa, libros de tapa blanda, almohadas blancas, cobijas verdes con puntos oscuros y retazos irregulares de papel.” explica Ruta 4 arquitectura.

”Para la noche se prepararon poetas invitados y propios, en San Isidro. Tendieron un camino de fuego con antorchas bañadas de petróleo y en el fondo levitando junto al cultivo de caña se alzaba la yurta soportada por tres finos tensores imperceptibles entre el humo que escupían las antorchas y la luz dorada que vestía cada una de las cañas de la estructura; a kilómetros de distancia en un mundo de niños, libros y almohadas colgaban del techo como testimonio de sueños pasados y futuros, un dragón de mantas verdes acogiendo al poeta y una gran cabeza con dientes irregulares de papel maché delineando una boca de la que emanaba una parpadeante luz verde que pintaba de color las paredes como una vela acechada por el viento.”

Los niños ansiosos por salir al escenario repasaban todo el lugar con su mirada, con ojos tan inquietos que de haber podido habrían mirado hacia sus adentros ocultándose del bullicio de sus espectadores. Yurtas o dragones, espacios permanentes o transitorios, este proyecto se trata de momentos en los que el espacio lució de una forma absurda y fue habitado con palabras, con luces, fuego y poetas jóvenes y viejos de rodillas temblorosas y frente sudorosa. ¿Hace cuánto la arquitectura dejó de conmovernos por tratar de impresionarnos? ¿Desde hace cuanto los espacios dejaron de percibirse con todos los sentidos?, los materiales se volvieron silenciosos y la luz se limitó a un foco. Las personas nos conectamos a los lugares, ellos guardan nuestras memorias, cuentan nuestras historias y sin esta conexión en el espacio solo quedará el silencio.” concluyó el estudio colombiano.

Imágenes cortesía: Ruta 4 arquitectura

Escenarios Transitorios Arquitectos: Ruta 4 arquitectura – Pereira, Colombia

Equipo: Daniel Buitrago, Jorge Noreña, Juliana López y Julián Vásquez