A los cincuenta años de la muerte de Le Corbusier, su casa Villa Saboye (1929-1931) es uno de los edificios para vivienda más significativos de Francia, que transformó la concepción de la arquitectura y del pensamiento arquitectónico en el siglo XX.

Actualmente es una “casa-museo”, dedicada a la vida y obra de Le Corbusier. Miles de visitantes acuden cada año, principalmente arquitectos y estudiantes.

La Villa Saboye es considerada el paradigma de la Arquitectura Internacional y de la nueva manera de construir viviendas del siglo XX, junto con la Casa Farnsworth de Ludwig Mies van der Rohe, la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright, Casa Sobre el Arroyo de Amancio Willams y la Villa Mairea de Alvar Aalto.

El lema del arquitecto, “una casa es una máquina de habitar”, se concreta en esta obra rigurosa y severa que expresó magníficamente los principios renovadores del estilo internacional, sus “cinco puntos”.

Los cinco puntos de una nueva arquitectura

En 1926 Le Corbusier publica los llamados «cinco puntos de una nueva arquitectura», que constituyen una importante innovación conceptual, aprovechando las nuevas tecnologías constructivas, derivadas especialmente del uso del hormigón armado (hasta entonces usado en viviendas y monumentos disfrazado de piedra esculpida con molduras):

La planta baja sobre pilotes
Para Le Corbusier, la planta baja de la vivienda, al igual que la calle, pertenecía al automóvil, ya sea para circulación o aparcamiento, por este motivo la vivienda se elevaba sobre pilotes para permitir el movimiento de los vehículos.

La planta libre
A partir de la estructura independiente, aprovechando la tecnología del hormigón armado genera una estructura de pilares en la que apoyan losas, de esta forma el arquitecto decide dónde poner los cerramientos, siendo independientes de un nivel al otro.

La fachada libre
El corolario del plano libre en el plano vertical. La estructura se retrasa respecto de la fachada, liberando a ésta de su función estructural y permitiendo libertad en su composición independientemente de la estructura.

La ventana alargada
Por el mismo motivo del punto anterior, también los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior y permitiendo un mejor asoleamiento de los espacios interiores.

La terraza-jardín
Le Corbusier plantea que la superficie ocupada a la naturaleza por la vivienda debe de ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda en un ámbito para el esparcimiento, que además permita mantener condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón.

Hay un elemento más que Le Corbusier pondera en la obra arquitectónica nueva, La ‘promenade’ arquitectónica: el edificio debe invitar a ser recorrido para ser comprendido en su totalidad.

Su arquitectura resulta ser altamente racionalista, sin adornos, sin elementos superfluos y con un excelente aprovechamiento de la luz y las perspectivas de conjunto, dando una sensación de libertad y facilidad de movimientos.

Villa Savoye de LEGO